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Regurgitación de la válvula mitral: síntomas, diagnóstico, tratamiento.

Regurgitación de la válvula mitral: síntomas, diagnóstico, tratamiento.

La regurgitación de la válvula mitral es una afección en la que la válvula mitral, situada en el corazón, no cierra correctamente. Esto puede hacer que la sangre se filtre de nuevo a través de la válvula, lo que significa que el corazón tiene que trabajar más para bombear sangre al resto del cuerpo. Se trata de un trastorno común de las válvulas cardiacas que puede ser de leve a grave y puede durar toda la vida.



Signos y síntomas

El síntoma más frecuente de la regurgitación de la válvula mitral es una sensación de cansancio o fatiga. Otros síntomas pueden ser dificultad para respirar, palpitaciones, tos, dolor torácico e hinchazón de tobillos. Los síntomas pueden variar en función de la gravedad de la afección y de la cantidad de sangre que se filtra a través de la válvula.

Causas de la regurgitación de la válvula mitral

La causa más frecuente de regurgitación de la válvula mitral es un defecto congénito, es decir, que está presente al nacer. Otras causas son los daños en la válvula provocados por un infarto de miocardio, una infección u otras enfermedades.

Factores de riesgo

Hay ciertos factores que pueden aumentar el riesgo de regurgitación de la válvula mitral. Entre ellos se incluyen la hipertensión arterial, la edad, los antecedentes familiares, el tabaquismo y determinadas afecciones médicas como el prolapso de la válvula mitral o la fiebre reumática.

Prevención

Hay varias cosas que puede hacer para reducir el riesgo de regurgitación de la válvula mitral. Por ejemplo, mantener un peso saludable, hacer ejercicio con regularidad, seguir una dieta sana, dejar de fumar, controlar la hipertensión y el colesterol y evitar actividades que puedan sobrecargar el corazón.

Diagnóstico

El diagnóstico de la regurgitación de la válvula mitral comienza con una exploración física completa y un historial médico. El médico puede solicitar pruebas como un ecocardiograma, un electrocardiograma (ECG), una radiografía de tórax o un cateterismo cardíaco para confirmar el diagnóstico.

Tratamiento de la regurgitación de la válvula mitral

El tratamiento de la regurgitación de la válvula mitral depende de la gravedad de la enfermedad. Los casos leves pueden no requerir ningún tratamiento. Los casos más graves pueden requerir medicación para reducir los síntomas y el riesgo de complicaciones. En algunos casos, puede ser necesaria una intervención quirúrgica para reparar o sustituir la válvula mitral.

Superación y apoyo

Si le han diagnosticado regurgitación de la válvula mitral, es importante que colabore estrechamente con su médico para controlar su estado y que busque el apoyo de familiares y amigos. También existen grupos de apoyo para las personas que viven con valvulopatías cardíacas.

Complicaciones

Si no se trata, la regurgitación de la válvula mitral puede provocar complicaciones graves, como insuficiencia cardíaca congestiva, arritmias e ictus. Es importante seguir las instrucciones del médico para reducir el riesgo de complicaciones.

Vivir con regurgitación de la válvula mitral

Si le han diagnosticado regurgitación de la válvula mitral, es importante que tome medidas para reducir el riesgo de complicaciones. Esto incluye seguir una dieta sana, hacer ejercicio con regularidad y evitar actividades que puedan sobrecargar el corazón. También es importante acudir a todas las citas de seguimiento con su médico y tomar los medicamentos prescritos según las indicaciones.