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Presión arterial alta o hipertensión: síntomas, diagnóstico, tratamiento.

Presión arterial alta o hipertensión: síntomas, diagnóstico, tratamiento.

La hipertensión, también conocida como tensión arterial alta, es una afección médica que se produce cuando la fuerza de la sangre contra las paredes arteriales es demasiado alta. Es una de las principales causas de muerte y discapacidad en el mundo.



Signos y síntomas

En la mayoría de los casos, la hipertensión arterial no presenta síntomas. Por eso es importante que se someta a revisiones periódicas con su médico para asegurarse de que su tensión arterial es normal.

Causas de la hipertensión

Se desconoce la causa exacta de la hipertensión arterial.

Sin embargo, algunos factores pueden aumentar el riesgo de padecerla, como por ejemplo

  • Edad

  • El sexo

  • Raza

  • Antecedentes familiares

  • Obesidad

  • Tabaquismo

  • Falta de actividad física

  • Consumo excesivo de alcohol

  • Estrés

  • Determinados medicamentos

  • Ciertas afecciones médicas

Factores de riesgo de la hipertensión

Entre los factores de riesgo para desarrollar hipertensión se incluyen la edad (las personas mayores de 45 años tienen más riesgo), el sexo (los hombres tienen más probabilidades de desarrollar hipertensión que las mujeres), la raza (los afroamericanos tienen más probabilidades de desarrollar hipertensión que otras razas), los antecedentes familiares, la obesidad, el tabaquismo, la falta de actividad física, el consumo excesivo de alcohol, el estrés, determinados medicamentos y ciertas afecciones médicas.

Prevención de la hipertensión

La mejor forma de prevenir la hipertensión es llevar un estilo de vida saludable. Esto incluye seguir una dieta equilibrada, hacer ejercicio con regularidad, controlar el estrés, limitar el consumo de alcohol, evitar fumar y mantener un peso saludable.

Diagnóstico

La hipertensión suele diagnosticarse durante una visita al médico. El médico le medirá la tensión arterial con un esfigmomanómetro. Si su tensión arterial es alta de forma constante, el médico puede recomendarle más pruebas para determinar la causa.

Tratamiento de la hipertensión

El tratamiento de la hipertensión suele incluir cambios en el estilo de vida, como dieta y ejercicio, así como medicamentos. Dependiendo de la gravedad de la enfermedad, el médico también puede recomendar cambios en el estilo de vida, como reducir el consumo de sal, dejar de fumar y reducir el consumo de alcohol.

¿Cuáles son los 5 tratamientos para la hipertensión?

Existen muchos tratamientos diferentes para la hipertensión, y el mejor curso de tratamiento variará de una persona a otra.

He aquí cinco tratamientos comunes para la hipertensión:

  1. Pérdida de peso. Si tiene sobrepeso u obesidad, perder peso puede ayudarle a reducir la tensión arterial.

  2. Ejercicio. El ejercicio regular puede ayudar a reducir la presión arterial al hacer que su corazón sea más fuerte y eficiente.

  3. Cambios en la dieta. Hacer cambios en la dieta, como reducir el consumo de sodio, puede ayudar a bajar la tensión arterial.

  4. Medicamentos. Hay muchos tipos diferentes de medicamentos que se pueden utilizar para tratar la hipertensión.

  5. Técnicas de relajación. El estrés puede contribuir a la hipertensión, por lo que aprender a relajarse y a controlar el estrés puede ayudar a reducir la tensión arterial.

Hacer frente a la hipertensión y recibir apoyo

Puede ser difícil sobrellevar la hipertensión arterial. Es importante que hable con su médico sobre estrategias para controlar el estrés, la dieta y otros aspectos de su estilo de vida que puedan ayudarle a sobrellevarla. También existen grupos de apoyo para personas con hipertensión arterial, que pueden ayudarle a controlar su enfermedad.

Complicaciones de la hipertensión

Si la hipertensión no se trata, puede provocar complicaciones graves, como infarto de miocardio, ictus e insuficiencia renal.

Vivir con hipertensión

Vivir con hipertensión puede ser difícil, pero hay medidas que puede tomar para controlar su enfermedad. Por ejemplo, seguir una dieta sana, hacer ejercicio con regularidad, controlar el estrés y tomar los medicamentos según las indicaciones del médico. También es importante acudir al médico con regularidad para asegurarse de que la tensión está bajo control.